Michel Roccati, un italiano que quedó paralizado en un accidente de motocicleta en 2017, ha vuelto a caminar después de que le implantaran 16 electrodos en la médula espinal. Según un artículo publicado el lunes en el sitio web de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, el paciente podrá caminar y realizar diversas actividades gracias al nuevo sistema de tratamiento.
El pasado diciembre, Michel Roccati fue uno de los tres hombres que participaron en un ensayo clínico para que se les implantara un nuevo sistema de estimulación, consistente en conductores situados bajo las vértebras, directamente sobre la médula espinal. Los científicos instalaron en un andador dos controles remotos conectados de manera inalámbrica a una tableta que trasmite señales a un marcapasos colocado en el abdomen de Roccati. A su vez, el marcapasos manda las señales a los conductores situados en la médula y estos, al recibirlas, estimulan neuronas específicas para que la persona se mueva.
De acuerdo con los autores del estudio, gracias a los programas de estimulación especiales elaborados para cada actividad «los tres pacientes pudieron ponerse de pie, caminar, pedalear, nadar y controlar los movimientos del tronco solo un día después de activar los implantes».
Sin embargo, a pesar de que el ritmo y el alcance de la rehabilitación son asombrosos, los pacientes que se han sometido a la operación necesitan un periodo de entrenamiento prolongado para sentirse cómodos utilizando el dispositivo.
El sistema ha sido desarrollado por un equipo de investigadores dirigido por Grégoire Courtine, profesor y neurobiólogo de la EPFL, y Jocelyne Bloch, neurocirujana del Hospital Universitario de Lausana. Los resultados del ensayo clínico, publicados en la revista Nature Medicine, representan un avance en las técnicas de estimulación eléctrica destinadas a restablecer la función motora de los parapléjicos. «Controlando estos implantes podemos activar la médula espinal igual como lo hace el cerebro», dijo Courtine.
Estudios anteriores no habían tenido tanto éxito, pero con cambios significativos en la estructura, como una guía de electrodos más ancha y larga o implantes más complejos controlados por ‘software’ con inteligencia artificial, el nuevo dispositivo permite acceder a una parte más amplia de la médula espinal para activar los músculos del tronco y de las piernas.