Un portavoz de los talibanes comunicó este jueves que la facción político-paramilitar islámica tomó el control de toda la ciudad de Kandahar, la segunda más grande y principal centro de comercio de Afganistán, recoge el canal Al-Arabiya.
Unas horas antes, los combatientes anunciaron que tomaron la estratégica localidad de Ghazni, que se sitúa a solo 150 kilómetros de Kabul a lo largo de la carretera principal, Kabul-Kandahar, y que sirve como puerta de entrada entre la capital y las unidades militares, desplegadas por el sur del país.
Durante la última semana los radicales se apoderaron de varias ciudades estratégicas. Este martes cayó en sus manos Farah, capital de la provincia homónima, y Puli Khumri, centro administrativo de la región de Baghlan. El miércoles, el grupo se hizo con el control de Faizabad, en la provincia norteña de Badakhshan. Ese mismo día cientos de efectivos del Ejército afgano se rindieron a los talibanes cerca de la ciudad de Kunduz, también en el norte del país.
Este mismo jueves un funcionario del Pentágono, citado por Reuters, reveló que el grupo podría aislar la capital en 30 días y tomarla dentro de 90 días. Según él, esta evaluación es el resultado de los rápidos avances de los talibanes en medio de la retirada continua de las tropas extranjeras. «Pero esta no es una conclusión inevitable», agregó, además de subrayar que las fuerzas de seguridad afganas podrán revertir el impulso si oponen más resistencia.
Los avances de los talibanes provocaron recriminaciones por la retirada de las fuerzas extranjeras. No obstante, la Administración Biden sigue determinada a cumplir con su plan para poner fin a la guerra de EE.UU. en Afganistán. Previamente, desde el Comando Central del país norteamericano anunciaron que la salida de las tropas se completó ya en un 95 %.