El principal jefe militar de Estados Unidos estaba en enero tan alarmado por el estado mental del entonces presidente Donald Trump que emprendió acciones secretas para evitar que desatara una guerra con China, según revela este martes un nuevo libro.
El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor conjunto, ordenó a sus colaboradores no actuar inmediatamente en caso de que Trump diera algún paso para usar el arsenal nuclear y, además, llamó a un general chino para tranquilizar a Pekín, escribieron los periodistas Bob Woodward y Robert Costa en un libro de inminente aparición.
El diario The Washington Post, donde ambos trabajan, y la cadena CNN publicaron el martes pasajes de «Peril» («Peligro») que muestran a Milley organizando al Pentágono y a la comunidad de inteligencia para resistir cualquier eventual paso de Trump para escalar las tensiones con China tras perder las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
Milley llamó dos veces a su homólogo chino, el general Li Zuocheng: el 30 de octubre, días antes de las elecciones, y el 8 de noviembre, dos días después de que partidarios de Trump asaltaran el Congreso de Estados Unidos. En esas llamadas Milley buscó asegurarle a China que la retórica de Trump no devendría en acciones militares.
«General Li, quiero asegurarle que el gobierno estadounidense es estable y todo funciona bien», dijo Milley en su llamada de octubre, escribieron los autores del libro.
«No vamos a atacar ni emprender ninguna operación cinética contra ustedes», dijo Milley.
Dos meses después, Milley recurrió al canal secreto con Li tras el ataque al Capitolio en medio de la preocupación de Washington y Pekín por la inestabilidad emocional de Trump.
«Estamos 100 por ciento estables. Todo está bien. Pero la democracia a veces puede estar descuidada», dijo Milley a Li, según el libro.
Para calmar a los chinos, Milley llegó al extremo de hacer que el Comando Indo-Pacífico aplazara ejercicios militares que Pekín hubiera podido considerar como una potencial amenaza.
Separadamente, Milley le dijo a los principales miembros de su personal que deberían informarle primero que a nadie si Trump buscaba ejercer su poder para ordenar un ataque nuclear.