El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue entregado este jueves por las autoridades de su país a funcionarios de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), como parte del proceso de extradición a EE.UU., donde es acusado de delitos de narcotráfico.
El exmandatario, que se encontraba en prisión preventiva desde el pasado 15 de febrero en el Comando de Fuerzas Especiales, en la capital hondureña, fue llevado en un helicóptero a la base aérea Hernán Acosta Mejía de Tegucigalpa en medio de un fuerte operativo de seguridad.
En los alrededores del aeropuerto aguardaban decenas de personas que esperaban la llegada del exmandatario.
A la 01:20 de la tarde aterrizó la aeronave King Air 200 del Departamento de Justicia de EE.UU. en el aeropuerto Hernán Acosta Mejía. Minutos después, agentes de la DEA descendieron del avión y se reunieron con autoridades hondureñas.
Tras finalizar los trámites, Hernández, quien estaba esposado, fue escoltado por agentes hondureños y subido a la aeronave a las 02:15 de la tarde.
Hernández es requerido por la Corte del Distrito Sur de Nueva York por su presunta responsabilidad en el delito de conspiración para importar drogas; y por el uso y porte de armas de fuego, o ayudar e instigar a su uso.
La víspera, las autoridades del país centroamericano llevaron a cabo un inédito simulacro de operativo policial donde afinaron los detalles logísticos de la entrega. La fecha de la ejecución de la orden de extradición no se supo hasta la noche del miércoles, cuando la Secretaria de Seguridad de Honduras informó que sería este jueves, inicialmente a las 7:00 de la mañana.
En otro comunicado publicado en los medios, la familia del exmandatario informó que los abogados Raymond Colón y Daniel Pérez se encargarán de la defensa de Hernández en los tribunales, recoge Abriendo Brecha. Sus allegados han manifestado en todo momento que el expresidente es inocente y afirman que es «víctima de la venganza de los narcotraficantes que él mismo extraditó o que obligó a huir a EE.UU.».
El pasado 16 de marzo el juez Edwin Ortez aprobó el traslado del exmandatario a EE.UU., un mes después de que fuera detenido en su residencia en medio de un fuerte operativo policial y militar.