Moscú, la capital rusa, anunció este jueves el cierre de todos los servicios no esenciales con el objetivo de controlar una nueva ola de contagios de COVID-19.
La medida entrará en vigencia el próximo 28 de octubre en un intento por controlar la peor ola de la pandemia que inició a finales del 2019.
El presidente Vladimir Putin ya había decretado una semana no laborable a principios de noviembre que tendrá que aplicarse en todo el país.
A partir del próximo jueves solo podrán estar abiertos los establecimientos de venta de medicamentos, de alimentación y los que proporciones productos de primera necesidad.
Rusia lleva varias semanas rompiendo récords de muertes y nuevos contagios detectados por el virus, que asumen, se debe a una baja tasa de vacunación. “La mayoría de pacientes que llegan a los hospitales con síntomas no están vacunados”, aseguran médicos locales.
Hasta la fecha, Rusia ha detectado más de 8 millones de casos y más de 223 mil muertes confirmadas por el Coronavirus.