El Instituto Robert Koch (RKI) reporto este viernes un total de 61.288 nuevos contagios por SARS-CoV-2 en Alemania, así como un ligero descenso en la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes, que esta jornada llegó a 413,7 (422,3 el jueves). Asimismo, se confirmó una tendencia al alza en el número de decesos, que esta vez fue de 484 personas, en comparación con los 390 reportados el viernes pasado.
Si bien las cifras de nuevos contagios parecen descender, los expertos advierten que debe tenerse en cuenta que en distintas regiones de Alemania, por la saturación de los sistemas de salud y la incapacidad práctica del personal para cumplir todas sus labores debido al alto número de pacientes con COVID-19, no se están reportando a tiempo los nuevos casos, por lo que es dable pensar que hay una subestimación de los positivos diarios.
El RKI asegura que desde el comienzo de la pandemia 6.423.520 personas han dado positivo a exámenes PCR, aunque se considera un hecho que el total de infecciones es mayor, dado que muchos casos no son reportados oficialmente. Del mismo modo, el Instituto considera que 5.329.300 personas ya superaron la enfermedad. El total de decesos por COVID-19 llegó a 104.996.
Sin cárcel, pero con multa
Otra cifra que las autoridades vigilan con atención es la de pacientes con COVID-19 internados en los centros médicos. Esta cifra llegó esta jornada a 5,75 por cada 100.000 habitantes. Pese a la enorme cantidad de contagios que registra Alemania, la cifra de pacientes no ha llegado a los niveles de diciembre de 2020 (cuando alcanzó los 15 por cada 100.000 habitantes) gracias en gran medida a la campaña de vacunación, que en el país comenzó con fuerza recién en enero de 2021.
Respecto a este tema, el nuevo ministro de Salud, Karl Lauterbach, dijo en entrevista con el semanario Der Spiegel que no está previsto castigar con cárcel a quienes no se vacunen, aunque las multas sí están siendo consideradas. «Nadie irá a la cárcel, pero las multas son inevitables”, explicó. Lauterbach señaló que habrá conversaciones con psicólogos y economistas para ver cuál es el mejor momento para imponer esta penalización.