La NBA ha sido muy rigurosa respecto de la necesidad de vacunar contra el COVID-19 a jugadores, integrantes de cuerpos técnicos árbitros y trabajadores de los equipos que componen la liga. Hace tan solo un mes, las autoridades de la competencia comunicaron que todos los implicados en el certamen debían recibir una dosis de refuerzo y, en las últimas horas, se estableció el plazo límite en el que se deberá cumplir con esta exigencia. De lo contrario, pasarán a estar bajo un protocolo similar al de las personas que han decidido no recibir la inyección.
Según informó el medio especializado The Athletic, el próximo 17 de diciembre será la fecha límite para que todos los trabajadores de la liga de básquet más importante del mundo reciban la dosis de refuerzo. Quienes no puedan demostrar de manera fehaciente haber cumplido con el requerimiento, afrontarán un estricto protocolo y volverán a ser testeados de manera diaria.
Hay una especial urgencia con aquellos que hayan recibido la vacuna de Johnson & Johnson, que consta de de una sola dosis. En ese caso, tendrán que combinar con una inyección de Pfizer o de Moderna. En tanto que quienes tengan esquema completo de Pifizer y Moderna, podrán recibir un refuerzo de cualquier marca disponible. Estas recomendaciones fueron realizada por el equipo de expertos en salud pública y enfermedades infecciosas de la NBA.
Esta nueva medida se conoce en el marco de una semana convulsionada para la NBA luego de que los protocolos de COVID-19 quedaran en el ojo de la tormenta a raíz del falso positivo que atravesó Lebron James, que lo obligó a ser baja en el partido que Los Angeles Lakers disputaron ante Sacramento Kings. “Creo que esto se manejó de una manera muy pobre”, dijo la súper estrella del básquet mundial luego del episodio que le tocó vivir.
James dijo este viernes que este incidente del falso positivo le hizo sentirse “confundido, frustrado y enfadado”. Cuestionado sobre qué fue exactamente lo que le enfadó de cómo gestionaron sus pruebas, detalló sus críticas: ”Mi primer test dio negativo y luego mi segundo test dio positivo. Normalmente, cuando tienes un test positivo te hacen otra prueba al momento para asegurarse. Pero no hubo ningún test justo después de mi positivo: me mandaron directo al aislamiento. Esa es la parte que me enfada”.
El jugador de los Lakers -que en septiembre hizo público que se había vacunado contra el coronavirus- aclaró que la NBA ha hecho “un gran trabajo” para combatir la pandemia, pero consideró que en Sacramento y en su caso particular se hicieron las cosas “un poco diferente” a lo que dicta el protocolo.
Desde la liga han informado a los equipos que se han registrado 34 casos en los que un jugador, entrenador o miembro del personal completamente vacunado tuvo una infección. También han precisado que el 97% de los jugadores están completamente vacunados, siendo Kyrie Irving de Brooklyn Nets la figura más emblemática entre las excepciones.