El volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma (España), continúa sin dar tregua a los vecinos, mientras las tres coladas actualmente activas siguen su avance. En las últimas 24 horas, además, se ha producido un aumento de la actividad sísmica que se ha traducido en más de medio centenar de sismos y en un terremoto de magnitud 4,5, el de mayor intensidad desde el comienzo de la erupción, el pasado 19 de septiembre.
Además, también se han podido apreciar impresionantes imágenes de rayos volcánicos. Un evento espectacular, pero habitual en los procesos eruptivos, según los expertos. Se produce por la fricción entre las rocas expulsadas por el volcán, que son arrojadas a gran velocidad, provocando cargas de electricidad.
El avance de las tres coladas, a 50 metros por hora la más rápida, ha provocado la evacuación de otros 300 vecinos este jueves, que tienen hasta las 17:00 horas (local) para desalojar las viviendas con sus pertenencias y animales domésticos.
Este último desalojo se produce después de que la noche de este miércoles se decidiera evacuar a un barrio entero del municipio de Aridane. Hace dos días, fueran alrededor de 700 vecinos de la localidad de La Laguna los que tuvieron que abandonar sus hogares.
En total unas 7.000 personas siguen desplazadas de sus residencias, mientras que las lenguas de fuego han arrasado ya más de 680 hectáreas y han destruido más de 1.500 edificaciones, que incluyen viviendas, comercios, negocios y plantas plataneras.
Además, el fluido incandescente se ha llevado por delante decenas de kilómetros de carreteras y dañado numerosas infraestructuras, como instalaciones para suministro energético o abastecimiento de aguas.
Mientras tanto, continúa creciendo la fajana o isla baja, que comenzó a crearse una vez que la lava alcanzó las aguas atlánticas y que ha ganado al mar ya más de 34 hectáreas.
Después de 26 días de erupción todavía no se vislumbran señales de agotamiento. Así el tremor volcánico sigue siendo todavía muy intenso, la sismicidad no se aprecia que esté disminuyendo y las emisiones de dióxido de azufre a la atmósfera continúan en niveles muy elevados.
Así lo ha confirmado el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que este miércoles compareció desde la isla de La Palma para informar de la situación de la isla y comunicar que, según los expertos «el volcán no va a cesar pronto».
«Desgraciadamente las noticias que nos trasladan desde el comité científico es que la actividad del volcán no cesa y, por lo tanto, no parece que en los próximos días podamos ver una reducción», aseguró el mandatario.