Con el plazo para abandonar por completo a Afganistán acercándose y todavía miles de personas esperando ser evacuadas en el aeropuerto de la capital, Kabul, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está bajo intensa presión para mantener sus tropas un tiempo más en el país.
La fecha límite es el 31 de agosto, acordada en un tratado con el Talibán antes de que el grupo recuperara casi todo el control de Afganistán.
El presidente Biden ha manifestado que su prioridad es cumplir el plazo con la esperanza de poder «proporcionar una evacuación segura a todos nuestros aliados afganos, asociados y afganos que pudieran ser objetivo (de represalias) por su asociación con Estados Unidos».
Pero el presidente está siendo presionado por varios flancos.
Aparte del peso de la opinión pública y las críticas políticas por el desenlace caótico que se ha visto en el aeropuerto de Kabul, los países aliados que participaron durante los casi 20 años de operativos en Afganistán, como Reino Unido, le están rogando ahora que extienda un poco el plazo para ellos poder sacar su propias tropas y civiles asociados con seguridad.
Se espera que el primer ministro británico, Boris Johnson, solicite la postergación de la fecha durante una reunión virtual de emergencia de los líderes del G7 este martes. Otros países, como Alemania y Francia, también necesitan más tiempo.
Por otra parte un portavoz del Talibán declaró que no aceptarán una extensión de la misión de evacuación.
Suhail Shaneen dijo que no cumplir el plazo fijado significaría la extensión de la ocupación de Afganistán y advirtió de consecuencias si eso fuese a cambiar.
Difícil evacuación
A esta compleja situación se añade la reciente noticia, divulgada por el diario Washington Post, de que el director de la CIA sostuvo una reunión de alto nivel con el líder de facto del Talibán, Abdul Ghani Baradar, el lunes.
Aunque la agencia de inteligencia no quiso dar detalles, se especula que el tema de conversación incluyó el inminente plazo.
Joe Biden podría estar comunicando su decisión si extender o no en las próximas 24 horas, según informa la agencia Reuters.
Estados Unidos tiene la mayor presencia militar -actualmente unos 6.000 efectivos- en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul para mantener la seguridad y operar las instalaciones, incluyendo el control aéreo.
EE.UU. provee inteligencia y vigilancia para la operación de evacuación y cuenta con aviones de combate patrullando los aires, así como helicópteros de ataque.
Reino Unido tiene más de 1.000 soldados en el aeropuerto, incluyendo la Brigada 16 de asalto aéreo del ejército.
Varios contingentes más pequeños de países miembros de la OTAN, incluyendo Francia, Alemania y Turquía, también están presentes.
Noruega está desempeñando su propio papel con un hospital en la base aérea.
La OTAN informa tener unos 800 contratistas civiles en el terreno, la mayoría en el aeropuerto.
En lo que Biden ha llamado «una de las evacuaciones aéreas más difíciles de la historia», EE.UU. ya ha sacado por aire a casi 28.000 personas la semana pasada.
Por su parte, Reino Unido ha evacuado a más de 7.000 en el mismo período y tiene más vuelos programados.
No podrán salir todos
Sin embargo, miles de personas todavía están esperando ser transportadas afuera. El lunes, el ministro de las fuerzas armadas británicas, James Heappey, dijo que unas 1.800 «personas con derecho» o con pasaportes británicos continuaban en Afganistán.
Añadió que había otros 2.275 afganos aptos para ser reasentados por haber trabajado para el gobierno británico, y más gente de «la más amplia sociedad civil que quisieran salir si pudieran».
Heappey reconoció que con el poco tiempo que queda «la dura realidad es que no podremos sacar a todos los que queremos», por eso el gobierno británico y otros están pidiendo a Washington que permanezcan con sus tropas unos días más.
España hizo la misma advertencia.
Según expertos militares, seguir con los operativos de evacuación sin el apoyo de EE.UU. sería extremadamente difícil.
«Tendríamos que estar preparados para salir del aeropuerto y pelear contra el Talibán para ir a sacar a esta gente. Simplemente no lo veo como una propuesta creíble», opinó el excomandante de las Fuerzas Conjuntas británicas, general Richard Barrons.
«En segundo lugar, si el Talibán no quieren que nuestros aviones usen el aeropuerto, con un disparo de mortero, un misil, una ráfaga de ametralladora, y la evacuación llega a su fin», concluyó.
La protección con aviones de combate y helicópteros que aporta EE.UU. es vital, según Nick Reynolds del centro de investigación Royan United Services Institute.
El limitado número de aviones de transporte de la Real Fuerza Aérea significa que Reino Unido no tiene la capacidad «de realizar una evacuación efectiva por sí solo, especialmente no bajo la presión de tiempo limitado», dijo.
«Responsabilidad moral colectiva»
Francia también está apelando para más tiempo. El ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo el lunes que estaba preocupado con el cronograma de salida y el presidente Emmanuel Macron expresó a Joe Biden el viernes pasado que tienen una «responsabilidad moral colectiva» para con los afganos, según informó la embajada francesa.
Pero la extensión del plazo tiene un significado muy puntual para el Talibán: una «extensión de la ocupación», según su portavoz Suhail Shaheen.
«Si están resueltos a continuar con la ocupación, eso provocará una reacción», advirtió.
Se informa de la presencia de soldados talibanes alrededor del aeropuerto que, en algunos casos, han golpeado o amenazado a los afganos civiles que buscan entrar a las instalaciones con la esperanza de ser evacuados.
Hay reportes de que los milicianos han intensificado la búsqueda y arresto de afganos que trabajaron y cooperaron con las misiones extranjeras, como también de que dieron muerte a tiros a unos que solicitaban visas especiales para viajar.
A pesar de esto, en términos generales, el Talibán hasta ahora está cooperando ordenando las filas en el aeropuerto, según Daniel Kraemer de la BBC.
Pero el portavoz del Talibán insiste en que el plazo del 31 de agosto para la total salida de fuerzas extranjeras era una «línea roja».
En rueda de prensa este martes, el portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid, insistió en que no estaban considerando extender el plazo para el retiro de las tropas y que no estaban «a favor de que más afganos se vayan».