Tokio: la velocista bielorrusa que pidió protección y obtuvo una visa humanitaria de Polonia dice que lo suyo no fue una protesta política

La corredora originaria de Bielorrusia que desobedeció la orden de volver a su país durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 ha dicho que sus acciones no obedecieron a motivos políticos.

«Yo amo mi país y no lo traicioné», le dijo Kristina Timanovskaya a la BBC.

Timanovskaya atribuyó su comportamiento a «los errores cometidos» por la delegación de su país en los Juegos.

La atleta, de 24 años, abordó un vuelo a Viena este miércoles.

Se esperaba que viajara directamente a Varsovia, ya que Polonia le otorgó una visa humanitaria, pero cambió de destino en el último minuto, dijo a la prensa un funcionario del aeropuerto.

Timanovskaya había expresado temores sobre su seguridad después de que, tras una crítica a sus entrenadores, le obligaran a armar las maletas y la condujeran al aeropuerto.

Las autoridades de Bielorrusa expresaron que ella fue sacada de la delegación por su estado emocional.

En declaraciones a la BBC, la atleta dijo que ella no sufrió ninguna crisis emocional o mental y que no mantuvo conversaciones con doctores en la Villa Olímpica.

La atleta reveló haberse sorprendido cuando los responsables del equipo le dijeron que regresaba a su país, ya que -en su opinión- ella no había dicho «nada político«.

Consultada sobre la posibilidad de volver a Bielorrusia, indicó que solo lo hará cuando sea seguro: «Quizás pueda volver luego de cinco o 10 años».

Investigación

El Comité Olímpico Internacional ha lanzado una investigación formal sobre las acusaciones contra la delegación bielorrusa de haber intentado forzar el regreso de la atleta a su país.

«Necesitamos establecer todos los hechos y eso puede llevar tiempo; mientras, nuestra principal preocupación es la atleta«, indicó el vocero del organismo Mark Adams.

El Comité ha solicitado a las autoridades olímpicas de Bielorrusia que emitan un informe y les dieron de plazo hasta el final de este martes.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz, dijo que Timanovskaya está en contacto directo con los diplomáticos en Tokio y que su país hará «lo que sea necesario para que ella continúe su carrera deportiva«.

El gobierno bielorruso aún no se ha pronunciado sobre la decisión de su par polaco. La Unión Europea, mientras tanto, ha elogiado el accionar de Varsovia.

Protestas en Bielorrusia

Represión

El incidente con Timanovskaya ha puesto nuevamente en el ojo de la tormenta a Bielorrusia, escenario el año pasado de protestas masivas contra la reelección de Alexander Lukashenko, presidente desde 1994.

Algunos de los que se unieron a las protestas, que fueron violentamente reprimidas, eran atletas que, debido a su participación en ellas, se quedaron sin fondos, fueron sacados de los equipos nacionales y detenidos.

El lunes, el vocero del Comité Olímpico dijo que se tomaron medidas en la previa de los Juegos en contra del comité de Bielorrusia, incluido el hijo del presidente, por estas sanciones a los deportistas que expresaron su opinión.

Nabila Massrali, vocera del jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, señaló que el intento de repatriar en contra de su voluntad a Timanovskaya fue «otro ejemplo de la brutalidad de la represión del régimen de Lukashenko».

El marido de Timanovskaya, Arseniy Zdanevich, ha escapado del país y se encuentra actualmente en Ucrania. Desde allí le dijo a la BBC que la pareja nunca ha estado involucrada en política y que regresarán si no tienen que enfrentar cargos criminales.

En otro orden de cosas, este martes fue hallado muerto el jefe de la organización que ayudada a bielorrusos a huir de su país. El cuerpo fue encontrado en su casa, cerca de la frontera con Ucrania.

Arseniy Zdanevich ha confesado su temor a que lo estén siguiendo.

Krystina Timanovskaya rodeada por la policía japonesa

Una hora para irse

La corredora iba a competir en la prueba de 200 metros planos el lunes hasta que manifestó en redes sociales su queja por haber sido incluida en la prueba de relevos de 400 metros con muy poca anticipación, luego de que algunas de sus compañeras no pudieran competir.

El video de Timanovskaya recibió críticas de los medios estatales; en uno de los canales se la acusó de no tener «espíritu de equipo«.

Según la atleta, funcionarios de su país llegaron a su cuarto y le dieron una hora para empacar antes de ser escoltada al aeropuerto Haneda en Tokio.

«Trataron de sacarme del país sin mi permiso», dijo en un video que apareció en el canal de Telegram de la Fundación de Solidaridad Deportiva de Bielorrusia, creada el año pasado para apoyar a los atletas críticos con el gobierno.

El Comité Olímpico de Bielorrusia respondió que fue apartada por su «condición emocional y psicológica«.

Su entrenador, Yuri Moisevich, indicó que Timanovskaya parecía ansiosa cuando él habló con ella el domingo.

«Traté de tener una conversación tranquila con ella y lo conseguí, pero luego ella paraba de hablar y comenzaba todo de nuevo, luego agarraba el teléfono y me di cuenta que algo ocurría».

«La primera decisión que tomé cuando me llevaron al aeropuerto fue llamar a la policía», le dijo la atleta a la BBC.

La segunda decisión fue hablar con su marido para que dejara Bielorrusia «lo antes posible».